domingo, 13 de enero de 2013

Inquietud amorosa, pastelosa...

Sabía que te encontraría, entre un barullo de " a pesares". Por más que busco y dando vueltas sobre mis pies en círculos. No encuentro un lápiz ni un papel. Hojas donde escribir tengo, ¿pero con qué? Es una escena tan improvisa, repentina y me pilla por sorpresa. Recurro a un ordenador, a un block de notas sencillo que ya nadie usa. Todo de seguido, sin pensarlo y con abreviaturas mil.

Sabía que te encontraría, y entre un barullo de "a pesares" logro leerte, las inquietudes y alguna  que otra descripción gráfica de tus ideas. La sucesión de letras en el monitor ayudan a seguir avanzando cuando ya nada parecía motivarme para leer ni escuchar. Cada letra la miraré, cada palabra la analizaré y cada frase la intentaré comprender.

Y aquí empieza todo:


Hacía tiempo que no estaba tan inquieto. Que cerrar los ojos se convertía en un mar de pesadillas, donde naufragar y caer al mar se convertían en un ir y venir sin fin, un bucle infinito. Quería estar más despierto que dormido, pero ni siquiera ese mundo vivo  parecia real. Aún así, dormir y encontrarte en el sueño era distinto.

Insistencia de tu voluntad. No sólo presente en esos sueños. Insistencia al pedir algo, a hablar y señalar que "ahí estabas". A veces de forma fugaz y cobrando mayor protagonismo. Una ilusion del deseo que se anhelaba. Y que a día de hoy nunca llega. Está a distancia, susurrando por momentos lo que quiere:

"Para de dudar...De echarte para atrás".
Las señales me las das pero el miedo al rechazo es grande. A fracasar. No hay continuación si meto la pata  y todo debe ser perfecto a la primera, "pero de entrada no lo es". Quizás ésas sean tus palabras.
Es tortuoso no saber con claridad cristalina si es un juego o si se espera algo más, si es tu forma de ser tan amistosa. Pero tú bien has sabido acercar una mesa a ti, invitando a hablar contigo. En un aula donde sentarse en una esquina alejado de todo parecía la mejor opción.

Omito muchos sentimientos y rechazo los que se me ofrecen. Quiero una sonrisa, la tuya, pero no soy capaz de pedírtela. Sólo hacer cosas graciosas, payasadas, ahora más...Mucho más. Este adjetivo nunca se me  podía haber atribuido con tanta exactitud: bufón de sonrisas. ¡¡Y vaya si las consigo!! Pero no va más allá, no son suficientes.

Te sé hacer reír. No hace falta mucho esfuerzo, sólo acercarse y hablar. Y lo hago, me hago un hueco en ese momento donde estás sola y distante a los demás. Es raro que nadie esté ocupando el asiento a tu lado, ellos siempre lo hacen. Únicamente pruebo y me siento para inmediatamente lograr captar sutilmente tu atencion.

Es increíble lo feliz que haces con algo tan sencillo que tu mirada. Es entonces cuando el desafío comienza: mantener una conversación. No es por otra cosa por la que siempre me mantengo a distancia de ti.

Sostengo la templanza. Hablo, riéndome de mi mismo y también de ti. Me quedo contigo en más de una ocasión y no te molesta cómo lo hago. Voy por buen camino y parece que me guste torcerme en más de una ocasion..Me equivoco más que hablo y no te importa. No es motivo para que vuelvas la vista a lo que andabas escribiendo en tu cuaderno. Falta sólo banda sonora y ni siquiera eso. Si te pones a escuchar con la suficiente atención, lo oirás.¡¡ PUM PUM!! ¡¡PUM PUM!! El corazón de una persona no puede latir más nervioso...Logro salir al paso teniendo que pedirte una única vez que no te pongas tan seria.

Implosivo momento. Pero tiene que acabar. Me levanto para dejarte hacer tus tareas. Hoy he descubierto mucho sobre ti. Pero no sólo hoy, es decir: hoy cuando fue ayer, y hoy cuando es hoy. Es difícil de entender, lo sé. A mí tampoco me ha quedado muy claro. Pero créeme cuandote digo que no pasas inadvertida en mi cabeza, pues paso más tiempo pensando en tu vida que en la mía.

Sé. Sé tu misma siempre y que nadie logre cambiarte. Tus ideas son originales, alternativas muchas veces, quizas desde mis ojos. Pero no es malo, "alternativa" no es un calificativo malo en tu persona, si no todo lo contrario. Es lo que hizo que me fijase en ti, en lo especial que resulta hablar contigo y en atesorar cada minuto que se pasa en tu compañía.
Algunos hablaban de que cambiases, matizases o perfilases ciertos aspectos de tu vida. Yo te digo que ni por asomo lo hagas. Miento: realmente no es una petición, es un ruego, y espero que llegue de alguna manera a tus oídos o a ese cielo que tienes como ojos.


Hoy sabía que te encontraría, entre un barullo de " a pesares". Y me puedes encontrar entre estas palabras, entre estas ideas, previas a esos dos puntos que todos hemos escrito alguna vez en nuestra vida. Esos dos puntos que numeran, que presentan. Estos dos puntos:

"Te marcan donde no tienes que buscar, ¿adelante de ellos? Jamás. Vuelve atrás, a nueve sentimientos descritos antes. Nueve conjuntos que se enuncian con una letra que debes separar y unir . Esa palabra que nace, que resulta de éllas, te dará la respuesta. Supón en algo posible o quizá algo imposible que pueda ser para sacar de ello una consecuencia".

Ésa, la consecuencia, cómo procedas, sólo será decisión tuya.Yo ya decidí decir esto, escribirlo y saber qué es lo que siento, aunque no tenga respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario